jueves, 5 de mayo de 2011

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Hola, hace rato no sentía tu caricia, tan fría como siempre. Estas tal y como te recuerdo, no has cambiado una pisca o un instante, incluso recuerdo latentemente como me desesperabas. Pero ahora venís con un efecto diferente, me sorprende, y es que me liberas. De alguna manera traes hoy a mi felicidad, y perdoname pero no puedo evitar preguntarme cuanto durara este abrazo que me das, quizá es el temor del adicto, no, creo que es mas del necesitado. Gracias por tenderme la mano hoy pero creo que tendré que esperar y ver que sucede, todavía queda un poco de ella -Si la misma que me alejo de vos- y si se va seremos solo tu yo otra vez, creo que odiándote como antes, es inevitable, bueno, espero que lo sea

Combate

Sin temor en sus ojos o su alma sale ella en trote seguro dirigiéndose a la criatura que resguarda el mausoleo que desea, que busca y detrás Huan, su guardián, aquel que resguarda con honor el titulo que le confiere su nombre. Huan se adelanta con agilidad y embiste a la bestia que se encorva al impacto que le propina en el vientre y ella con maravillosa acrobacidad salta sobre el lomo de la bestia, mientras esta se repone del golpe. Sin perder tiempo Saudée transforma su escudo en dos filosas garras que clava en el lomo de su enemigo intentando aferrarse a el mientras con la otra mano sin perder tiempo y con gran habilidad entierra su bastarda espada en ese cuello desprotegido. Insatisfecha le profesa una patada a la espada que atraviesa de lado a lado el cuello de la criatura. ¡La bestia con un ruido sordo se lamenta de dolor! El cuello esta desprotegido. Encuentro mi espacio saco dos flechas, disparo y... ¡Si Impacto!
-¡No falta mucho!- Grita el Lobo y ella sin hacerse esperar conjura y con la mano envuelta en llamas remata la monstruosidad, le da fin a la bestia.